8 de septiembre de 2016 - 00:00 A mediados del 2015 el canciller, Rodolfo Nin Novoa, anunció que Uruguay abría una embajada en Adís Abeba con el objetivo de reforzar el relacionamiento con África y si bien esto fue considerado como "positivo" por la oposición, Bordaberry alertó por la seguridad de las embajadas en "determinados destinos".
El martes en comisión de Asuntos Internacionales el senador del Partido Colorado, Pedro Bordaberry, destacó la apertura de la representación diplomática pero mostró su preocupación por la seguridad de los representantes a partir de que Uruguay integra el Consejo de Seguridad de la ONU.
"Nuestra preocupación apunta a los recursos que se destinan para la seguridad de los funcionarios que nos representan en esas zonas tan conflictivas y sus familias", dijo el senador según consta en la versión taquigráfica a la que accedió Telenoche.
Nin Novoa explicó que quien tiene la responsabilidad de brindar seguridad a los representantes diplomáticos es el país que los recibe. De todas formas, dijo que el caso de Etiopía es "un destino difícil, no solamente por la seguridad personal, sino por la escasez y las limitaciones que existen allí".
La cancillería otorga una partida de instalación para cubrir todos los gastos a su llegada y para que tenga "todas las garantías debidas", explicó el Nin Novoa. Para los destinos más complicados esas partidas son mayores.
En los destinos considerados "difíciles", las rotaciones de los diplomáticos son más seguidas y no cada cinco años como en el resto de los lugares.
"Es cierto, repito, que hay destinos difíciles y todos saben cuáles son. Por ejemplo, ir a Etiopía es casi un acto de patriotismo", señaló el canciller en comisión.
"Uruguay ha sido muy enérgico en las condenas y, además, hoy está en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas", respondió Bordaberry para justificar su preocupación.