10 de septiembre de 2016 - 00:00 "El temor no es que les roben, sino que los lastimen y hay padres que compran gas pimienta y les dan a sus hijos", asegura Walter Carrasco, comerciante de productos para la defensa personal. Según él y varios empresarios del sector la venta del gas paralizante a aumentado en los últimos meses, sobre todo por parte de padres que buscan proteger a sus hijos.
El uso es para mayores de 18 años, salvo que sea proveído y autorizado por los padres de los jóvenes, explica Carrasco.
De acuerdo con el psicólogo Roberto Balaguer, esto hace que los adolescentes vivan un "contexto que implica violencia". "El tema es empezar una carrera armamentística con cosas que no llegan a ser un arma blanca ni un arma de fuego, pero de que alguna forma son un escalón anterior a eso", afirma el experto.