1 de abril de 2017 - 00:00 La escritora española Dolores Redondo, la ganadora del Premio Planeta 2016, no cree que el papel de la novela sea educativo "sino más de entretenimiento", pues no quiere dar ningún mensaje social en su labor, que consiste en narrar cosas que siente que "deben ser contadas".
"En ocasiones es inherente a la novela hacer una crítica o retratar un momento concreto de la sociedad, y si alguien se siente identificado y cree que aporto algo con lo que escribo, estupendo, pero de resto es simple entretenimiento", dijo Redondo en entrevista con Efe en Bogotá donde presentó "Todo esto te daré" de la editorial Planeta.
La galardonada novelista, que quiso ser escritora desde la adolescencia, ha enfocado sus cinco libros al género de la novela negra, impulsada en gran medida por el trabajo literario de la dramaturga británica Agatha Christie, hacia quien siente una gran fascinación.
En su trabajo destaca el uso de la muerte como un actor principal de la novela negra, pues Redondo lo considera como un tópico "natural y demandable" en el género. "Escribo en torno a la muerte porque hago novela negra y el género lo demanda ya que todos estamos marcados por la muerte", afirmó Redondo, quien se convirtió en un gran éxito editorial con su trilogía del Baztán.
Asimismo, aseguró que su novela negra no es "pura", sino que es bastante mestiza al responder a varios intereses de investigación en su trabajo, así como a la facilidad de fusionarla con cualquier otro género literario "incluyendo zombies".
Redondo, que publicó su primer libro, "Los privilegios del ángel" en 2009, aseguró que su trabajo es "un estudio sobre el duelo y sus distintas fases" debido a su interés en analizar "uno de los problemas que tiene nuestra sociedad en el intento de superar las pérdidas".
Sobre "Todo esto te daré", galardonada con el premio Planeta 2016, Redondo mencionó que contiene "un duelo muy fuerte", pues retrata "lo que debe ser la lógica salida del dolor ante la muerte de un ser querido, que queda detenida por las sospechas de que este llevaba una doble vida".
Esta novela cuenta la historia de Manuel, un hombre que debe investigar la extraña muerte de su marido, Álvaro, y la doble vida que este vivió a sus espaldas, por lo que contará con la ayuda de Nogueira, un guardia civil jubilado, y Lucas, un sacerdote amigo de la familia de su esposo.
En este trabajo, Redondo destacó la relación de los tres protagonistas, a la que calificó como una "amistad contra pronóstico" debido a sus múltiples diferencias, razón por la que catalogó este factor como "la luz de su novela".
"La inesperada amistad de estos tres hombres sin ninguna afinidad aparente ayuda a Manuel a navegar entre el amor por quien fue su marido y el tormento de haber vivido de espaldas a la realidad, blindado tras la quimera de su mundo de escritor", agregó.
Redondo destacó que esta es su primera novela protagonizada por un hombre, aunque admitió que no fue un cambio premeditado sino que lo hizo por puro divertimento, pues "fue una cuestión de cambiar el registro y hablar desde una voz masculina".
Ellos contrastan con la protagonista de su trilogía de Baztán, Amaia Salazar, una mujer que muestra "la fortaleza de su género en su campo laboral y la fragilidad que acarrean las emociones de su vida privada".
"En mis libros busqué que las protagonistas tuvieran la fortaleza que muestran en su campo laboral, pero también las emociones de su vida privada, lo que supone un ejercicio de control enorme por su parte para sustraerse de su propio dolor", sentenció.
La escritora resaltó que Amaia Salazar es un personaje que le ha traído "mucha suerte", pues "El guardián invisible", el primer libro que protagoniza, fue llevado a la pantalla grande en una película que fue estrenada el 3 de marzo.
A su vez, anunció que esta película será distribuida por la plataforma Netflix en exclusiva para toda Latinoamérica, aunque no precisó la fecha en la que se estrenará.
Redondo se refirió también al Premio Planeta y lo describió como "una maravilla", pues le permitió acceder a un público que a pesar de no conocer su trabajo ha apostado por él "gracias al sello de calidad que ostenta".
"Hay una cosa que hay que admitir y es que ya no soy la misma que escribió la primera novela, ya que cambié mucho y me han pasado muchas cosas en este tiempo", concluyó.
EFE